Necesidades de apoyo
Según la investigación sobre igualdad de Fedeafes, el cuidado de una persona con enfermedad mental, que necesite apoyo y cuidados, recae mayoritariamente en las mujeres, normalmente en las madres. Algunas de estas mujeres se sienten culpables por la enfermedad de su hijo o hija, por lo que viven situaciones de mucho sufrimiento. El cuidado continuado de una persona con enfermedad mental puede provocar problemas de salud mental a las personas cuidadoras.
El cuidado en este ámbito, al igual que en otros ámbitos de cuidado, recae mayoritariamente en las mujeres. Muchas de ellas, abandonan sus propios proyectos de vida. Pese a la magnitud del sacrificio estas mujeres perciben que la sociedad no está a la altura de la entrega que realizan ni les proporcionan suficientes apoyos. Los recursos destinados a respiros o a apoyos para la persona cuidadora no son suficientes y en los primeros momentos de la enfermedad la dificultad es mayor, ya que no conoce los recursos o asociaciones existentes.
Por otro lado, las mujeres con enfermedad mental, también llevan a cabo funciones de cuidadoras de sus familiares, que les priva de participar socialmente. Sin embargo, no se las considera aptas para cuidar a sus hijas o hijos.
Es cierto que, en los últimos años, a pesar de que el número de mujeres que ejercen de cuidadoras es mucho mayor, hay una mayor incorporación masculina.
De todos modos, la mayoría de las personas familiares que acuden a las asociaciones de familiares y personas con enfermedad mental son todavía mujeres. Cuidadoras que, además de apoyarse en las diversas instituciones y asociaciones, también necesitan dedicar tiempo a cuidarse a ellas mismas para que su tarea de cuidadora no les sobrepase.